BLOGGER TEMPLATES AND TWITTER BACKGROUNDS »

viernes, 28 de mayo de 2010

CATEQUISTA QUE JESUS BENDIGA TU APOSTOLADO

¿Como estas?
Quise escribirte esta carta para decirte que te amo: te vi cuando conversabas con tus amigas, estuve acercándome todo el día, deseando que me llamaras para saber si querías conversar conmigo y como la noche se acercaba y ya esta oscureciendo, supe que no me llamarías.
¿Te diste cuenta que te obsequié un día hermosísimo? También espero que hayas apreciado el viento de la tarde que hoy seguro te hizo descansar, y seguí esperándote... Nunca te vi llegar.
Por supuesto me dolió, y sin embargo quiero decirte que te quiero, te empezabas a dormir por la noche y decidí no despertarte, sino nada más enviarte un rayo de luna que iluminó tu cara y tu almohada y ahora estoy aquí para ver si ahora conversamos, tengo tantos regalos que darte.
Hoy, te levantaste tarde, como pudiste, te arreglaste rápidamente y te fuiste a los quehaceres diarios, no te acordaste de llamarme de nuevo, y esta vez lloré. Estaba triste y te vi tan sola que me causaste un profundo dolor, porque te comprendo: tus amigos te olvidan, y por supuesto me duele porque sucede muy a menudo, pero no obstante quiero decirte que yo TE AMO.
Si solo decidieras hablar conmigo y me oyeras, qué feliz me harías.
Trato de decírtelo dondequiera que vas; cuando miras hacia arriba el cielo azul, cuando miras hacia la tierra, hacia las plantas, y me doy cuenta que no me has escuchado. Te digo en el susurro de las hojas de los árboles, en el aroma de las flores, te grito cuando andas de paseo por el río en la voz de las cascadas, te obsequio el canto de los pájaros, te envío diariamente sin que tú te des cuenta el vestido caliente del sol y el perfume de los pinos del campo.
El amor que siento por ti es mas grande que tu corazón pueda llegar a imaginar, si solamente tuvieras idea de lo mucho que deseo ayudarte.
Tengo muchas cosas que compartir contigo, pero... de acuerdo... ya no te voy a molestar, eres libre, escoge lo que tu quieras, es tu decisión, pero eso sí, yo ya te escogí para mí. Para despedirme quiero pedirte un favor: que ningún momento te olvides de mí, porque yo te quiero, porque sé esperar y porque TE AMO.
Tu amigo,
Jesús
Recuerda que Jesús te espera siempre vivo y real en el Santísimo Sacramento del altar, abre tu corazón, deja que te diga cuanto te ama como nunca nadie, allí está aguardando tu visita